Prefiero a los locos, los ordinarios bastardos que no temen al olvido, los que se sientan solos por haberse atrevido alguna vez a tanto. Los que no aprenden a esperar porque no pueden planificar más que su desesperada urgencia de vivir, a pesar de todo
Los que no guardan silencio porque el silencio los rompe en pedazos, de esos seres que están llenos los cementerios ...y el purgatorio
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