Me gusta caminar aunque mis pies se cansen, mi cabeza pareciera reposar en el viento y si miro al cielo resulta que no está tan lejos. ¿ Como dejar estos verdes tan verdes?, los Sauces, los Pinos, los enormes Eucaliptos y la gente que me saluda cada mañana y conoce tan bien mi historia.Hubiera deseado que mis hijos crecieran aquí como yo crecí y crezco todavía, sin demasiadas comodidades pero con ese gusto de la libertad en la boca que hace más brillante la sonrisa.
Cómo abrir la puerta y no encontrar el peculiar sonido del viento que en mi casa rodeada de árboles suele ser tan distinto a las demás casas, los frutos del avellano, del nogal, el dulzor de los jazmines, el palo borracho mostrando su costado más gordo , sus espinas tan duras y su muestrario de colosales flores que hacen una alfombra tan mullida para mis pies descalzos. Todo sabe a rico, todo huele bien cuando uno está por irse.
Dejar todo esto es como dejar una parte de mí, una gran parte que no puede explicarse.... la noche con sus misterios, sus nubes o estrellas y yo caminando mi soledad en medio de la avenida rodeada de los autos parpadeantes y luego las calles vacías, obscuras, inmóviles, los grillos gritando descaradamente tu nombre y los pájaros, Mis pájaros que despiertan conmigo y me reciben cada día y me acompañan en este lugar tan, tan mío.
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