Trazos.

Los trazos de mi vida

siempre fueron montañas

que costaba subir por empedradas

pero nunca me detuve

aunque me derrumbara.

Mi corazón siempre por delante.

Inocentemente ciego,

generosamente loco!!

que en su afán de dar y darse, en su ignorancia

solo supo y sabe amar con verdad.

jueves, 18 de agosto de 2011

En las calles...



los niños crecen como los cardos,

silvestres, despojados,
con el cemento en la nariz.
Olvidándose del dolor y olvidados,
mareados de injusticia,
de pobreza en el alma,
de soledades secos, quebrados,
al desamparo de la inhumana humanidad que alcanzamos.
Daniela Tomé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario